jueves, 26 de febrero de 2009

Nancy Cabrera: “No sólo enseñas un oficio. Vives experiencias maravillosas”

Un curso de “Demostradora del Hogar” le abrió las puertas para enseñar a otros el oficio de corte y costura el cual, dice con orgullo a sus 55 años, ha ejercido toda su vida. Hoy día la profesora Nancy Cabrera les enseña a sus alumnos en Cefsprodisc que cualquier persona tiene la capacidad y la posibilidad de desempeñar un trabajo en el que por medio del arte se puede ganar la vida.

-¿Desde cuándo está en la institución?
-Yo estuve un año en el 2004. Llegue porque yo trabajaba en el Inces y de allá Luego me fui del Inces y llevo 7 meses en Cefsprodisc desde el mes de Julio hasta hoy.

-¿Cómo conoció de la existencia de Cefsprodisc?
-Por el Inces. A las personas que trabajábamos allí nos mandaron a Cefsprodisc a hacer un curso de capacitación. Yo estuve en el centro durante un año en el 2004, trabajaba en el turno de la tarde y la otra profesora ocupaba el turno de la mañana. Luego regresé al Inces y Mery Vielma (la directora de Cefsprodisc) me dijo que quería que volviera y recuperara el salón, pues esto lo habían vuelto un depósito. Ya llevo siete meses desde que volví en julio y en este tiempo reconstruimos el salón, acomodamos las máquinas y les hicimos los forros con los alumnos.

-¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
-Todo me gusta. Es mi vida. Pues no solo enseñas un oficio a esas personas que estaban encerradas en sus propias casas. Vives experiencias maravillosas. Por ejemplo, nosotros tuvimos un niño Down, Argenis, que ya había aprendido con maquinarias industriales. El hizo cosas bellísimas y hoy día está trabajando.

-¿Qué trabajo realizan aquí en los cursos?
-Las piezas que hacemos son en función de una tiendita que queremos abrir aquí en el centro para poder vender las cosas que aquí se confeccionan en los dos cursos. Tenemos Corte y Confección que dura 6 meses y Lencería que dura 3. En el primero, que es dictado en la mañana, hay 9 participantes. En el segundo, que es en la tarde, tenemos 14 participantes. Siempre el de Lencería se llena más. Hemos llegado a tener 16 participantes. Para ellos contamos con 23 máquinas que tienen siete años en la institución, fueron un donativo.

-¿Hay algún motivo que la haya motivado a colaborar con las personas con discapacidad?
-Yo misma tengo discapacidad, pues tuve un accidente en el que se me murió un hijo hace año y medio. A mí me quedó un problema en la mano y tuve que hacer rehabilitación. Estoy ligada a la discapacidad no solo por mi trabajo, sino también porque en la casa tengo a un niño de 13 años, Samir Rivas, que le dio un ACV cuando tenía 9 meses de nacido.