jueves, 29 de enero de 2009

Barreras Mentales

Hay dos elementos principales que impiden la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad. La sobreprotección de los familiares, que lejos de hacer un bien a la persona, atrofia su proceso de socialización; y la concepción que existe en las empresas de que las personas con discapacidad no son aptas para el trabajo y darles una oportunidad representa un estorbo y no una ayuda para sus metas comerciales. Este tipo de mentalidad aisla a las personas con algún impedimento intelectual, auditivo, visual o físico-motor, quienes terminan creyendo que no son útiles para su familia y la sociedad.

Cada discapacidad tiene su manera de tratarla, pero lo primero que se tiene que hacer es quitar de nuestras mentes la palabra “discapacitados” y sustituirla por “personas con discapacidad”. La primera tiene un sentido peyorativo que minimiza a la persona y le hace sentir que no es capaz de nada. Por el contrario, si decimos “persona con discapacidad auditiva” se entiende que el individuo no escucha, pero si ve, camina y entiende y, por ende puede ir a un colegio regular, a la universidad, trabajar o practicar algún deporte.

Definitivamente las barreras están en la mente...